COSAS QUE DEBES SABER AL INICIAR TU PROYECTO PERSONAL

Mujer araña. Mujeres que luchan por su independencia, su talento y por posicionarse en un mundo claramente patriarcal. Que tejen redes entre ellas para ayudarse, apoyarse e impulsarse. La hacen todo y son referente.

Mujer araña. Mujeres que luchan por su independencia, su talento y por posicionarse en un mundo claramente patriarcal. Que tejen redes entre ellas para ayudarse, apoyarse e impulsarse. La hacen todo y son referente.

Si estás un poco perdida en estos lares y ves que tu proyecto se te escapa de las manos o no esta yendo por el camino que te gustaría, échale un ojo a este artículo. 
Cuando hablamos de “proyecto personal” hacemos referencia a cualquier tipo de emprendimiento personal.
Es decir, para creativas, autónomas, Freelance o, simplemente, personas que se lanzan con su propio proyecto a esta jungla llamada internet o en un lugar físico.

Desde muy jovencitas hemos emprendido proyectos propios. La verdad es que no se nos da nada bien seguir órdenes y somos bastante cabezonas por lo que nuestra apuesta siempre ha sido por nosotras mismas.
Durante todo este tiempo nos hemos metido en todo tipo de saraos. Y hemos aprendido mucho de nuestros aciertos y también de nuestros errores.
No queremos guardarnos lo aprendido para nosotras y por eso hemos decidido hacer algunos posts de emprendimiento y activismo.
Y añadimos en este punto activismo porque un nuestro caso juega un papel fundamental en nuestra vida y nuestros proyectos.

Os vamos a destacar algunos puntos que debéis saber al iniciar cualquier tipo de proyecto personal. 

  1. Fracasar es una opción y se debe estar preparada.

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Buscando emprendimiento por internet nos llama la atención la cantidad de gente/ escuelas que te venden la idea de “si haces lo que te digo tu negocio triunfará”

Resulta muy aventurado asegurar algo así y más aún jugar con la ilusión y futuro de las personas. No nos olvidemos que detrás de los proyectos hay personas que están poniendo su vida y sus ahorros en ellos.
El 85% de los proyectos pequeños fracasan durante los primeros 5 años.
Son datos poco optimistas pero son los que son y bajo ese foco debemos actuar.

Este dato no nos debe asustar o impedir comenzar nuestro propio proyecto. Solo debemos tenerlo presente.

El nivel de estrés y exigencia cuando una inicia su propio proyecto es alto, muy alto. Eres tu propia jefa. Y en muchas ocasiones eres la peor de las jefas. Al menos en nuestro caso era muy así y hemos ido puliendo ciertas cosas con el paso del tiempo.

Saber ver a tiempo los errores y actuar para corregirlos es fundamental. Debemos aprender de todo aquello que por una razón o otra no hemos estado haciendo bien o podemos hacer mejor.

Fracasar no es el fin del mundo. Aunque este palabra no nos acaba de gustar, más bien sería errar.
Los errores nos hacen mejores. Y cuando vemos que un proyecto no va por el camino que nos gustaría se puede replantear para adecuarlo a lo que buscamos.
También hay que tener en cuenta que en ocasiones lo mejor es dejar el proyecto y comenzar de cero. 

Hay derrotas que tiene más dignidad que una victoria
— Jorge Luis Borges

2. Hábitos y constancia

Marcar una rutina de trabajo nos parece algo fundamental. Suele pasar que cuando trabajas para ti misma las horas y los días no existen.
Nos hemos dado cuenta de que este error, que nosotras hemos hecho y a veces seguimos haciendo, es muy habitual.
A nosotras nos va de perlas coger unos hábitos de trabajo. Una rutina muy marcada nos sirve para poder después desconectar.
Busca el modo que mejor te vaya para ser más productiva. El tiempo es oro. No por más horas trabajadas ganarás más dinero o obtendrás mejores resultados.
Debes hacer de las horas trabajadas un activo potente de tu proyecto.
Nosotras llegamos a un punto que no teníamos ni domingos para descansar, comíamos mientras respondíamos emails, … una auténtica locura.
Por otro lado, hay gente que tiende a procrastinar en exceso. 
Depende de la personalidad de cada una. Es por eso que crear unos hábitos de trabajo y ser constante es muy importante.
La constancia es una cualidad que nosotras solemos valorar mucho.

Como decía Picasso:

Cuando llegue la inspiración que me encuentre trabajando

3. Rodearte de gente que sume y no reste

Emprender es cosa de valientes. Da igual la escala del emprendimiento. Supone una apuesta por una misma que no todo el mundo es capaz de hacer. Supone salir de la zona de confort. 
Renunciar a un sueldo fijo, vacaciones pagadas, salir del trabajo y olvidarte de todo, ponerte enfermo y coger la baja, … 
Esas son cosas que una persona emprendedora no sabe lo que son. Nosotras nunca lo hemos sabido porque siempre hemos emprendido por nuestra cuenta pero no me quiero imaginar lo que debe ser para alguien que viene de ser empleado y se lanza a la piscina…
Tenemos alrededor multitud de casos que tienen proyectos en la cabeza pero no acaban de dar el paso.
Nuestro consejo es, si no estas segura no des el paso.

Por otro lado, aquellas que se atreven muchas veces se encuentran una situación incómoda a su alrededor. No sienten el apoyo de los que las rodean y todo son quejas y negatividad.
“Quizás no es lo tuyo”, “no deberías haber comenzado esto”, …

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En el caso de las mujeres aún es más notable esa negatividad. Ya que su aportación familiar suele ir muy ligada a la maternidad y no a la realización de proyectos personales que le puedan otorgar cierta independencia.
En este caso nos gustaría deciros algo que nos ha costado años aprender, los que no sumen no merecen estar a vuestro lado. No dejéis de hacer nada en lo que creáis firmemente por la opinión ajena.
Sed valientes.

4. Conoce tus puntos fuertes

Quizás es uno de los puntos más importantes. Antes de comenzar con cualquier proyecto debes conocerte a la perfección. Conocer tu puntos fuertes y tus puntos débiles.
Solo de esta manera podrás trazar la mejor hoja de ruta para tu proyecto.
A veces no solo vale con la intención. Esa intención debe ir acompañada de ciertos talentos.
Hace un tiempo una amiga nos dijo:

“Voy a comenzar a estudiar física para poder dar soluciones a ciertos problemas medioambientales que hay y me están generando ansiedad” luego nos dijo “¿pero como lo voy a hacer si no se casi ni sumar?”

En ese punto se dio cuenta que su virtud no era esa.
Pero, ¿tienes otros talentos que puedas enfocar en la dirección correcta para que el viento sople a tu favor? La respuesta es sí.
Todas tenemos unos talentos que a veces no sabemos explotar del todo. Y lo mejor que le puede pasar a tu proyecto es que aprendas a explotar ese talento.
Busca una manera de enfocar tu proyecto que te deje disfrutar de lo que se te da bien. De lo contrario puede resultar un calvario. 

No siempre lo que nos gusta es lo que se nos da bien. Solemos confundir estos conceptos.
En este punto lo importante es conocernos muy bien a nosotras mismas.

5. Marca la diferencia

Hoy en día la cantidad de proyectos, blogs, canales de Youtube, tiendas, … es tan grande que puede resultar un poco agobiante verte tan pequeña ante una montaña tan alta.
Para nosotras marcar la diferencia es clave en cualquier proyecto.
Saber transmitir bien tu filosofía, tu marca personal, es algo que nos hace únicas y no podemos dejar perder esa baza. No hay una única manera válida de comunicar.
El concepto marca personal es algo muy extendido ahora y que todas habréis escuchado. Se ha puesto de moda.
Lo que en muchas ocasiones se nos olvida es que para poder crear una marca personal se debe primero tener personalidad.
Y para tener personalidad hay que conocerse a una misma y no ser un refrito de todo lo que vemos en redes que a otras les funciona.
No para todas funcionan las mismas cosas. 
Ser honesta y saber quién eres y lo que puedes ofrecer es algo muy valioso. Algo que te hace única y que no podrán encontrar en ningún otro lugar.

Esperamos que este post os sirva de ayuda. En otros posts iremos profundizando más en estos temas. 

Y tú, ¿eres una mujer araña?